Escribiendo...

Es de valientes llorar y sentir enojo ante tanta injusticia… Santo Tomás de Aquino decía: Si puedes vivir en medio de la injusticia sin sentir enojo, entonces eres tanto inmoral cómo injusto. Yo le agregaría también que eres cómplice. El enojo, el miedo y la desesperanza eran el resultado de un fatídico día, los sentimientos pedían a gritos respuestas en la mente, escuchando como millones de corazones se fragmentaban en mil pedazos y la ilusión de un mejor país se desvanecía. Las lágrimas te consumen, la tristeza desfigura tu rostro y te preguntas si acaso a menos de diez días podrás recoger los pedazos del suelo, ponerte de pie y decidir que es lo mejor para tu país cuando a manos de la delincuencia y el crimen organizado se llevaron tu esperanza, tus sueños y tu confianza. La pregunta que seguramente muchos se hacen ante esta situación es; ¿Cómo decides lo que es mejor para tu país si tienes el alma desecha y el corazón roto en pedazos? Y aunque no fue tu papá o tu hermano, lo siente